- La garantía de que todas las transacciones se procesan completa y precisamente
- La confianza de que sólo las transacciones autorizadas se llevan a cabo
- La garantía de que se crea la documentación que justifique las transacciones y retenciones
- La garantía de que los activos y pasivos de la compañía se expresan correctamente, a fin de que se puedan tomar decisiones informadas sobre las operaciones de la empresa.
- Minimización de los riesgos de fraude y malversación de activos.
- Eficiencia en datos
La información imprecisa y los
errores pueden ser mitigados mediante la implementación de controles
preventivos y de detección que pueden ser tan simples como las
conciliaciones de rutina. Esto se traduce en la adhesión a la deuda
y/o acuerdos de los clientes, construyendo así la credibilidad con
los prestamistas y vendedores.
- Proporcionar datos financieros más oportunos y precisos para la toma de decisiones
A través de la implementación de
controles preventivos estratégicos centrados en el proceso de
información financiera las decisiones clave de la compañía se
tendrá la capacidad de tomar mejores decisiones. Esto por sí solo
ayudará a mejorar la tasa de éxito en las decisiones clave que en
última instancia pueden conducir al éxito o al fallecimiento de una
empresa.
- Crear una auditoría más eficiente y de valor añadido
Los auditores pueden ser capaces de reducir las pruebas
de auditoría sustancial si los controles se determinan para ser
eficaces. Con un control interno efectivo a menudo puede ser capaz de
modificar la naturaleza y/o el tiempo y/o reducir la cantidad de
procedimientos sustantivos realizados. La reducción de los
procedimientos sustantivos se realizará en el año de auditoría uno
y aún más en los años de auditoría dos y tres cuando las
pruebas de efectividad de la operación no tendrían que ser
repetidas.
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